Como consecuencia del crecimiento exponencial de las tecnologías disruptivas (formas de Big data, Internet of Things, inteligencia artificial o machine learning) cada vez es más frecuente el uso de medios automatizados para evaluar determinados aspectos personales, en particular para la analizar o predecir aspectos relativos al rendimiento profesional, preferencias personales, situación económica, intereses, fiabilidad, estado de salud, o el comportamiento de una persona
En este contexto, el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) ha introducido la prohibición de ser objeto de una decisión basada únicamente en un tratamiento automatizado, regulando las excepciones en las que el responsable del tratamiento puede adoptar una decisión sin intervención humana.
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