Una aproximación jurídico-organizativa a la estructura corporativa de la EFC: nuevo horizonte común e impulso al fútbol femenino
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SuscribirmeEl pasado 7 de octubre de 2025, Roma se convirtió en el epicentro del fútbol europeo. Más de 800 clubes de fútbol masculino y femenino de 55 países, junto con dirigentes institucionales y líderes de la industria, se reunieron en la 32ª Asamblea General de la European Football Clubs (EFC), hasta entonces conocida como European Clubs Association (ECA), que había sido fundada en 2008 con 137 miembros.
Esta cita fue mucho más que un simple encuentro: marcó un antes y un después en la historia de la organización. Durante la Asamblea se anunciaron hitos relevantes, entre los que destacan el cambio de nombre —de ECA a EFC— y la actualización de su modelo de gobierno para hacerlo más inclusivo y representativo del conjunto de clubes europeos.
Según la propia organización, el rebranding va más allá de un mero cambio de nombre y refuerza, de forma explícita, el papel de los clubes y del fútbol en su actividad. La cita en Roma también puso en valor la colaboración con las principales entidades del fútbol internacional, la cohesión entre clubes de distinto tamaño e impacto y el lanzamiento de nuevas iniciativas enfocadas en la innovación, el vínculo con los aficionados y el fomento del liderazgo femenino.
Además, este cambio subraya la importancia de un modelo deportivo supervisado y protegido, que nace y se desarrolla bajo la autoridad de una federación considerada como “governing body” del deporte, frente a otros modelos de competición “privados” organizados sin el control y la supervisión de un órgano federativo independiente.
Este conjunto de decisiones exige un examen jurídico sobre las modificaciones efectuadas en la corporación, sobre sus estatutos y sobre la figura asociativa de la EFC. Junto al cambio de nombre, la EFC amplió el número de asociados y realizó modificaciones relativas al órgano de gestión, lo que afectará a la formación de la voluntad social y al equilibrio de poderes dentro de la asociación.
La forma jurídica de la EFC
De acuerdo con el artículo 1 de los Estatutos de la ECA en su versión de 2023, esta entidad se constituyó bajo el Derecho suizo como una asociación sin ánimo de lucro (art. 60 del Código Civil suizo) y su objetivo consiste en la defensa de los intereses del fútbol de clubes. Se trata, por tanto, de una organización similar a las asociaciones reconocidas en España bajo la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación.
De este modo, las decisiones más relevantes para la corporación deben adoptarse en la Asamblea General de sus miembros, como se establece en los artículos 14 de los estatutos y 64 de del Código Civil suizo. Este órgano tiene atribuida la competencia, entre otras, de modificar los estatutos de la asociación.
Las modificaciones adoptadas
En el ejercicio de estas competencias se enmarcó, por tanto, la celebración de la Asamblea General que tuvo lugar entre los días 7 y 9 del pasado mes de octubre, en la que fueron adoptadas una serie de modificaciones.
En primer lugar, los miembros de la EFC decidieron aprobar el cambio de su denominación social, por lo que desde esa fecha la entidad comenzó a actuar bajo el nombre de European Football Clubs. Esta modificación estatutaria, que pudiera parecer irrelevante, manda un claro mensaje al resto de operadores del sector: la organización sitúa el fútbol en el centro de su actividad; y el futbol como deporte “federado”. En palabras del propio D. Nasser Al-Khelaïfi (Presidente de la EFC):
“Es una declaración de principios: que el fútbol está en el corazón de todo lo que hacemos, y que los clubes están en el corazón de todo lo que representamos. Nuestro nombre por fin refleja nuestro propósito, y nuestro propósito da sentido a nuestro nombre. Nunca dejaremos de trabajar por los intereses colectivos de todos nuestros miembros y por el desarrollo del fútbol de clubes en su conjunto”.
En segundo lugar, durante la Asamblea se adoptó un acuerdo en virtud del cual se nombró a dos nuevos miembros del órgano de gestión, D. Giuseppe Marotta (Presidente del Inter de Milán) y D. Oszkár Világ. (Presidente del FC DAC 1904 Dunajská Streda). Este acuerdo, que afecta directamente a uno de los órganos de la asociación, tendrá una gran incidencia en la gestión social al ampliar el número de directivos.
En tercer lugar, durante la sesión se destacó que uno de los objetivos de la asociación es ampliar el número de miembros y promover la expansión del fútbol y su estructura. Se pretende que el número de miembros de la EFC continúe creciendo, de manera que la entidad pueda representar mejor los intereses comunes de todos los clubes de fútbol europeos. Esta estrategia no solo se encamina a lograr una mayor representatividad de la EFC, sino que, además, supondrá un cambio en la formación de la voluntad social, pues para la adopción de sus acuerdos, deberá tenerse en cuenta un mayor número de clubes con intereses, en parte y potencialmente, divergentes.
Impulso al Deporte femenino
Durante la Asamblea de Roma, los integrantes de la EFC destacaron que el fútbol femenino no es simplemente un área de interés, sino una prioridad estratégica para la organización, reafirmando así su compromiso con el desarrollo de la disciplina, la igualdad de oportunidades y el impulso del liderazgo femenino en el fútbol europeo.
En este sentido, se anunció la creación de la EFC Women’s Network, una nueva plataforma destinada a fomentar la conexión, la mentoría y el desarrollo del liderazgo femenino dentro del ecosistema futbolístico. La iniciativa se basa en la experiencia previa del programa EFC Women on Board.
La organización continúa, además, participando en la discusión y diseño de formatos de competiciones y en la gestión conjunta de derechos con otras instituciones, lo que abre la puerta a anclar, de forma estable, criterios de distribución que impulsen el crecimiento sostenible del fútbol femenino.
En paralelo, la red de innovación anunciada por la EFC ofrece un vehículo para aplicar tecnología y análisis de datos al rendimiento y a la prevención de lesiones, también en el ámbito femenino, donde todavía existe margen para consolidar evidencia científica y recursos especializados. El Centre of Innovation puede ser clave para estandarizar buenas prácticas y compartir conocimiento entre clubes.
Finalmente, el fortalecimiento del vínculo con los aficionados —a través del Fans Working Group— podría incluir una perspectiva específica del fútbol femenino, con acciones concretas de engagement, paquetes de abonos y experiencias adaptadas que contribuyan a consolidar y ampliar una base de seguidores fiel y en crecimiento.
En definitiva, la hoja de ruta está clara: aumentar la presencia de clubes femeninos en la asociación y garantizar su participación efectiva tanto en la toma de decisiones como en la implementación de políticas. Todo ello, con el objetivo de que el fútbol femenino cuente con un plan de negocio propio y un modelo de gobernanza que le otorgue prioridad real en la agenda corporativa.
Conclusión y próximos pasos
La Asamblea General de Roma representó un hito clave en la redefinición de la identidad y la estructura institucional de los clubes europeos. La transición a EFC, como marca y como organización, refuerza el papel central de los clubes y del fútbol en el gobierno de la asociación, al tiempo que plantea el desafío de adaptar los estatutos a una membresía más amplia, órganos más diversos y una agenda que combina innovación, relación con los aficionados y, especialmente, liderazgo femenino.
Por último, destacamos que el pasado 2 de diciembre de 2025, la EFC celebró la primera reunión de su Junta Directiva tras el cambio de marca, reuniendo a altos directivos de clubes de toda Europa para revisar avances y definir prioridades para el ejercicio 2026 y los años siguientes. Este encuentro marca el inicio de la nueva etapa que hemos descrito para la asociación. Ahora, solo nos queda esperar y observar cómo se traducen las ambiciosas estrategias marcadas en Roma en cambios concretos que fortalezcan el fútbol europeo en general y el fútbol femenino en particular.
Sin duda, organizaciones como esta no solo son útiles y esenciales para sus miembros, sino también para el deporte en general, ya que respetan e integran el modelo continental basado en el deporte federado, garantizando la defensa de los principios fundamentales de la práctica deportiva y la continuidad del deporte.
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