Inspecciones de competencia pospandemia

2022-01-26T13:04:00
España Unión Europea

Tendencia creciente y cambios en la actividad inspectora

Inspecciones de competencia pospandemia
26 de enero de 2022

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Tras un periodo durante el cual la pandemia de COVID-19 limitó la posibilidad de llevar a cabo inspecciones, tanto la Comisión Europea como la CNMC y otras autoridades de competencia han retomado su labor inspectora, realizando más de 20 inspecciones durante los últimos meses. Todo indica que esta tendencia creciente en la actividad inspectora continuará en 2022 y que puede haber cambios relevantes en el desarrollo de las inspecciones que permitirán a las autoridades adaptarse al fenómeno del teletrabajo.

La Comisión Europea ha relanzado su actividad

Durante la pandemia la Comisión paralizó totalmente su actividad inspectora pero en los últimos meses ha retomado con fuerza su labor, realizando un total de 4 inspecciones desde junio de 2021, igualando en tan solo 5 meses el número de inspecciones realizadas entre enero de 2018 y junio de 2021 (esto es, tres años y medio).

El 22 de junio de 2021 realizó una primera inspección en el sector de la fabricación y distribución de ropa en Alemania. Luego en octubre de 2021 realizó nuevas inspecciones en el sector de la celulosa, con registros simultáneos en las sedes de varias empresas presentes en diversos Estados miembros de la UE.

Desde entonces la Comisión Europea realizó nuevas inspecciones en la sede de Zoetis Inc., una compañía activa en el mercado de la salud animal con sedes en Bélgica, como parte de una investigación de abuso de posición dominante, y a finales de noviembre de 2021 la Comisión llevó a cabo registros domiciliarios en varias empresas del sector de defensa.

La CNMC también ha arrancado de nuevo tras el parón de 2020

La CNMC fue incrementando progresivamente su actividad inspectora durante los últimos años, pasando de 6 inspecciones en 20 empresas en el año 2016 a realizar 13 inspecciones a 35 empresas registradas en 2019: casi el doble.

En 2020, la pandemia de Covid-19 obstaculizó la capacidad del organismo para realizar registros domiciliarios, descendiendo dicha cifra un total de cuatro inspecciones en 2020, la mitad de ellas realizadas antes del período de confinamiento iniciado en marzo de ese año.

Al menos desde junio de 2021, en cambio, la CNMC parece haber retomado la senda de las inspecciones, cuando realizó , en colaboración con la autoridad portuguesa de competencia (Autoridade de Concorrência), registros simultáneos en varias empresas que operan en el sector de las bases de datos corporativas en ambos países.

En otras inspecciones en junio y noviembre de 2021, la CNMC inspeccionó a varias empresas que operan en el mercado del material militar. En concreto, de acuerdo con la información publicada por la autoridad, se investiga un posible reparto de licitaciones convocadas por el Ministerio de Defensa, en relación con el suministro, mantenimiento y modernización de material militar, en especial, de vehículos militares. También a finales de diciembre de 2021 la CNMC realizó inspecciones en la sede de varias empresas del sector de tratamiento y reciclado de residuos plásticos y metálicos a raíz de una denuncia recibida por el organismo.

Y se esperan más inspecciones: en los últimos días la nueva Directora de Competencia de la CNMC, María Luisa Tierno Centella, ha señalado que la autoridad tiene una serie de inspecciones planificadas y que durante este año esperan aumentar el volumen de registros domiciliarios realizados hasta alcanzar los niveles anteriores a la pandemia.

Las autoridades de las CCAA no se quedan atrás

Las autoridades autonómicas también parecen haber retomado su actividad inspectora durante los últimos meses, con actuaciones en varios sectores.

La Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO) llevó a cabo registros domiciliarios en febrero de 2021 en relación con posibles acuerdos anticompetitivos en el marco de licitaciones públicas relacionadas con la contratación de servicios de realización técnica de actos y eventos institucionales y/o protocolarios. Se trataba de la primera inspección de la ACCO desde 2019.

Por otro lado, la Agencia de la Competencia y de la Regulación Económica de Andalucía (ACREA) realizó en diciembre de 2021 dos inspecciones en el sector del transporte escolar y el de mantenimiento de carreteras, dos ámbitos en el punto de mira de las autoridades tras las recientes resoluciones de la CNMC y otras autoridades regionales en los mismos mercados.

Y la historia se repite en toda la UE

Las autoridades de otros Estados miembros de la UE también han sido activas en 2021, particularmente durante los últimos meses del año, lo que confirma la tendencia que se aprecia en España y a nivel Comisión Europea.

La autoridad más activa en 2021 ha sido la griega, que ha hecho pública la realización de al menos 9 inspecciones en sectores tan diversos como el refinado y comercialización mayorista y minorista de carburantes, servicios de tecnología de la información, supermercados y proveedores, teleconferencias o gas natural, entre otros. Otras autoridades, como la portuguesa, la rumana o la húngara también han realizado inspecciones en sectores variados como el de los test de diagnóstico, financiero, vehículos a motor o la fabricación de ladrillos.

Por su parte, la autoridad francesa (Autorité de la Concurrence) ha llevado a cabo inspecciones domiciliarias en los sectores de recopilación y procesamiento de datos de farmacias y la venta minorista de productos de alimentación, y en ese caso, la autoridad francesa realizó inspecciones en los domicilios privados de diversos empleados sobre los que había sospechas de implicación en las prácticas investigadas, una facultad no utilizada con carácter habitual por las autoridades.

Teletrabajo e inspecciones en el “home office”

De toda esta actividad, el caso francés de inspecciones en domicilios particulares puede que sea el más relevante de todos por sus implicaciones para futuras inspecciones. Con un mayor número de empleados trabajando desde sus domicilios y una situación que todavía dista de la normalidad debido a la incidencia variable de la pandemia, es de esperar que las autoridades de competencia adapten sus protocolos para continuar asegurando la efectividad de las inspecciones.

En este sentido, no es descartable que las inspecciones en domicilios particulares vayan ganando progresiva importancia a medida que el teletrabajo se implanta con carácter habitual en muchas empresas, particularmente en aquellos casos en que las autoridades tengan sospechas de que los empleados puedan poseer documentación relevante en sus domicilios privados.

La Ley de Defensa de la Competencia ya recoge la facultad, previa autorización judicial, de realizar inspecciones en los domicilios particulares (y en cualquier otro despacho, oficina, dependencia o lugar en el que haya sospechas de que podrían hallarse pruebas relevantes de un ilícito anticompetitivo). Hasta el momento, las autoridades de competencia en España no han hecho gran uso de esta facultad, pero ante las nuevas circunstancias no es descartable que las inspecciones en domicilios privados se incrementen en los próximos años.

Al mismo tiempo, las inspecciones se adaptan al nuevo contexto mediante el recurso nuevas técnicas, tales como:

Acceso remoto: a los datos almacenados en los dispositivos informáticos del trabajador, incluso en su propio domicilio y la posibilidad de solicitar a los empleados que proporcionen acceso a los datos de forma remota (de hecho, en un caso reciente, una autoridad de competencia requirió a un empleado control remoto de su ordenador).

Inspecciones continuadas en las sedes de las autoridades: las autoridades pueden copiar e incautar los datos y documentos y proceder a su revisión en sus propias dependencias, sin necesidad de extender por varios días el registro en la sede de la empresa investigada. Ante la dificultad que supone el teletrabajo es posible que esta práctica, ya habitual en inspecciones de la Comisión Europea, también comience a ganar importancia en España.

Entrevistas: las autoridades pueden solicitar reuniones con empleados a través de videollamada, incluso aunque estos se encuentren en sus domicilios, pudiendo solicitar explicaciones sobre determinados documentos o correos electrónicos incautados durante la inspección.

Conclusiones

Está claro que existe un fuerte repunte de las inspecciones domiciliarias en todas las jurisdicciones de la UE, en un afán de las autoridades por recuperar su actividad investigadora tras la parálisis ocurrida con motivo de la pandemia de COVID-19. Es de esperar que esta oleada de registros domiciliarios continúe al menos durante el año 2022, mientras las autoridades dan respuesta a todas las denuncias recibidas desde el inicio de la pandemia. Además, ante el auge del teletrabajo es probable que veamos cambios importantes, incluyendo inspecciones en domicilios privados o incluso al acceso a la información en remoto sin necesidad de desplazamiento físico a las instalaciones empresariales.

Por todo ello, además de reforzar la labor de formación a los empleados, resulta esencial revisar las directrices y protocolos internos de actuación en caso de inspección y actualizarlas a las últimas modificaciones legislativas, adaptando estos protocolos a la evolución de la propia práctica de las autoridades.

26 de enero de 2022