Establece un marco jurídico común para la protección, evaluación y gestión sostenible del suelo en la UE
El Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea aprobaron el pasado 12 de noviembre la Directiva (UE) 2025/2360, de 12 de noviembre, relativa a la vigilancia y resiliencia del suelo —Directiva de Vigilancia del Suelo—.
La Directiva establece por primera vez un marco jurídico común para la protección, evaluación y gestión sostenible del suelo en la Unión Europea (UE).
Aunque sus obligaciones se dirigen a los Estados miembros —no a particulares—, su despliegue tendrá consecuencias prácticas en la ordenación del territorio, la gestión de riesgos y las operaciones inmobiliarias y, con más intensidad, en sectores como infraestructuras, energía, agroalimentario e industrial.
Aspectos clave
- El suelo es reconocido como un recurso vital, limitado y no renovable, esencial para la economía, el medio ambiente y la sociedad, la salud humana y la resiliencia del sistema alimentario.
- La Directiva busca revertir la degradación del suelo, garantizar su resiliencia y asegurar su capacidad para prestar servicios ecosistémicos, con el horizonte de lograr suelos sanos en toda la UE para 2050.
- Aborda la vigilancia y evaluación de la salud del suelo, la resilencia del suelo y la gestión de suelos contaminados.
- Incorpora medidas de mitigación de la ocupación y artificialización del suelo, integrándolas en la planificación y autorizaciones sin crear nuevos procedimientos ni impedir proyectos de interés público.
- Establece un enfoque armonizado y basado en datos (portal europeo y registros públicos) y un marco de gestión del riesgo para suelos contaminados, apoyado en el principio de "quien contamina paga" y en inventarios georreferenciados de acceso público.